Hola, Matías:
Por tu comentario, parto de la base de que ya estás en ecológico o en proceso de, ¿verdad?
Por tanto, el “plus” de que tu producto sea ecológico, ya lo tienes. El producto ecológico de CALIDAD es un producto que se demanda y que está en constante crecimiento.
Cuando sembraste, ¿habías hablado con algún comprador para saber qué variedad de cereal quería, o pusiste el que te dijo el de la casa de semillas o el que pones habitualmente…?
No todas las variedades de un cereal son iguales. Puede ser que una variedad que se considera todoterreno y que funciona muy bien en tu campo, luego no te la quieran comprar porque no tiene las características que precisa el comprador. Así que lo primero que te diría es orientación al mercado!
No es mejor la variedad más productiva, sino la variedad más demandada.
Por mi experiencia, huiría de los almacenistas. Te ofrecen un precio limitado a cambio de quitarte la producción de encima. El “riesgo” lo corren ellos y con esa excusa te ofertan un precio bajo. En realidad son ellos los que hacen el negocio porque son capaces de juntar grandes volúmenes, lo que les confiere algo más de “poder de negociación”.
En base a lo que te he comentado antes, podemos extraer dos importantes conclusiones:
– Hay que forjar relaciones comerciales entre el productor y el comprador. Hay que producir lo que el comprador demanda. Así funcionan el resto de sectores económicos. La Renault ya no te fabrica el cuatro latas, aunque sigas viéndolo por la carretera y te entre morriña. ¿por qué? porque no tiene un mercado real.
– Si tu solo no tienes suficiente producción, únete a otros agricultores. Cread una sociedad, asociación, cooperativa… lo que sea, pero enfocada a vender conjuntamente vuestras producciones. De este modo podréis sacar más por vuestro producto que si hacéis la guerra por vuestra cuenta.
Un saludo y buena cosecha!